Mañana de un café amargo.




Jueves, una taza de café en mi mano, no quiero endulzarlo, lo tomo sin más ganas de las que habría que colocar a tareas que no merecen mayor esfuerzo, una mañana fría y solitaria como casi todas las mañanas de los septiembre de mi vida, tomó un sorbo de café, siento su aroma, suenan algunas canciones de forma aleatoria en youtube, este decide colocar páginas, comienzo a imaginar a mi cabeza como una enorme resma de papel, hojas que cada día van siendo escritas con nuestras vivencias cotidianas, algunos acontecimientos escritos en esas páginas no son reales, se escriben con deseos, sueños, anhelos, otros son escritos porque tenían que estar ahí aunque no hubiésemos querido, esas páginas son olvidadas casi que borradas de ese libro escrito con nuestra vida.

Me detengo por un momento y vuelvo a la canción y pienso que aunque una persona no pueda estar físicamente en esos días para impregnar esas páginas, si lo está, ese alguien está ahí presente sin más, como gotas de rocío, va siendo escrito por nuestros pensamientos e imaginación, entonces comprendo que estos días desde que te conocí estas escrita en aquellas hojas hasta ahora, días en que te mire más allá de un saludo, te voy escribiendo en cada página de manera tan sutil que no pasas desapercibida, como en aquellas mañanas en las que corro al amanecer y está el rocío de lluvia tan leve en el ambiente que a medida que avanzo en mi camino esas casi que microscópicas gotas terminan mojando mi jersey completamente.

Estás escrita en mis pensamientos así que por mas que paso paginas y paginas lo vas impregnando con la sutileza de tu sonrisa, esa que está grabada en mi memoria y corazón, lo disfruto, eres rocío que moja por completo todo este ser, y sonrió y pasaste y pasaste y ya no estas.



Mauricio Pantoja.


Páginas

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ciudades Sin Ti.

Cerati y una canción que empezó a dar vueltas en mi cabeza.

¿Sabes cómo imagino mi muerte?