Viaje libidinal.


Viaje libidinal.


Ya han pasado varios días desde que no me sentaba a escribir, enfrentarme a mis letras últimamente me resultaba una tarea un poco nostálgica, sabía que tendría que escribir acerca de los últimos acontecimientos acaecidos en mis días, pensaba que la nostalgia que ha pasado por mi mente había tenido que ser desechada, tal vez porque es una palabra exquisitamente bella y lo bello precisamente no había tocado mis puertas, mis días y  mi soledad, pensaba que esta palabra llevaba consigo privación, tristeza, pérdida, ausencia de algo que ha llenado de felicidad no se si días, instantes, sensaciones o recuerdos en nuestra memoria,  sentimientos de dolor son recordados con felicidad algo contradictorio, tan contradictorio que lo podría haber escrito al contrario y no se notaría mayor diferencia, -sentimientos de felicidad son recordados con dolor-, siempre lo creí así; el hecho es que de la nostalgia no había querido escribir ni mucho menos recordar cómo era aquel sentimiento que pensaba que había desaparecido no solo de mi léxico, sino de mis más profundos sentires. 
Al parecer todos mis años desde que me había puesto a reflexionar acerca de lo que implicaba sentir nostalgia por algún lugar, algún momento, alguna persona, había estado equivocado, no era nostalgia todo aquello que yo creía que si lo era. ¿Entonces que era? Eso que pensaba que era nostalgia no eran más que instantes que se quedan guardados en la memoria por un tiempo y que luego son desechados como aquello que has guardado en un baúl de los recuerdos pero más tarde que temprano no servirá y decides tirarlo al basurero de la nada, pensé en mi nochero y en todas aquellas cosas que habían estado guardadas en el por años,  las miras ahí y sientes que te servirán de algo algún día, pero no, finalmente decides como si nada limpiarlo y todo aquello que considerábamos valioso no lo es, fácil, terminas depurando y ordenando ese cajón, para ser llenado nuevamente por nuevos objetos inútiles o valiosos, al final todo terminara por ser desdeñado, olvidado, tirado, hasta encontrar lo valioso, eso que siempre habías buscado.
Te he soñado en el sueño me decías que unos días antes habías leído un relato sobre los lunes tristes que alguna día escribí, entonces te contaba que en el sueño pensaba en el blue Monday y todo aquello que sobrevino tras nuestro encuentro casual en un terminal, recordaba la primera vez que mire su desnudez, sus pechos, su hermosa suave y cálida piel, en mi estaba perfectamente intacto su aliento y su forma de respirar tan extraña y única, sus tres suspiros pequeños que daban paso a una nueva bocanada de aire, - respiro por la boca – mi cuerpo y mi mente solo pensaba en ella en esas horas en las que me sentí totalmente libre en sus días, volví a reflexionar, libre en sus días? ¿Como ser libre en los días de una persona? 
Si, ella me daba eso y me parecía algo perfectamente singular. Una sutil sonrisa dibujó mis labios, precisamente era la chica más libre que había conocido, su forma de pensar acerca de diferentes cuestiones no poco banales de la vida hacía que cada intercambio de mensajes con ella me enganchara más, si, y mucho más cuando en mi sueño había recorrido sus piernas, su espalda su abdomen, sus labios que besaban tan salvajemente que tan solo cerraba mis ojos y sentía el mas sutil y fuerte dolor producido por sus dientes, estaba atrapado en ella, estaba atrapado en su libertad.
Te miraba en el terminal era un viernes 5 de mayo de cualquier año, luego de eso sabría por alguna casualidad que había olvidado que había nacido un 5 de abril, si la casualidad nos hubiese hecho encontrar un mes antes seguramente la saludaba, pero la saludaba en su cumpleaños, pero fue tan solo un mes después de esa fecha que la mire tan bella, llegaba a preguntar por un ticket que la llevaría a algún lugar. Habían pasado muchos abriles que nunca supe que estaba de cumpleaños y ahora que lo sé, se convertirá en una fecha de cumpleaños que difícilmente será olvidada, estas fechas no lo son especiales porque si, para mí, llevan grabado en ellas los días en las que personas vieron la luz de este mundo por primera vez, las personas importantes las vuelven especiales. Por esas mismas casualidades de las que había leído tantas veces en Kundera sobrevino en mi una cita “solo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días, es mudo. Solo la casualidad nos habla. Tratamos de leer en ella como leen las gitanas las figuras formadas por el poso del café en el fondo de la taza”.
Me miras y me preguntas que sigue en el sueño ese, -sabes que no te creo- sus inagotables e infinitas dudas me hacen creer mas en la convicción de un siempre, entonces le decía que en el sueño ese seria nuestro tercer encuentro importante no porque los anteriores momentos que compartí con ella hayan sido triviales, de hecho, cada uno de nuestros encuentros están grabados en mi memoria, un sueño casi real K, no lo entiendes? y están grabados por que eres tú quien los dibujo con su sutil sonrisa o con su encantador caminar, simplemente porque es ella. Si habría que dividir en capítulos mis días desde que me tope por una simple y maravillosa casualidad con ella, este sería el tercer capítulo, y todos tienen un lugar en común, si, el terminal, ese lugar de despedidas y encuentros, un lugar donde puedes llorar de alegría o de tristeza, donde todo termina, pero igualmente se puede empezar un nuevo caminar. Cerca del terminal volvería a verla, recuerdo particularmente su cabello recogido sobre sus hombros y sus tres mechones que rebeldemente se niegan a ser aprisionados en el resto de su hermosa cabellera, siempre están ahí, rozan su cuello, el cuello que tendría nuevamente la oportunidad de besar, en mis sueños reales aunque ya creo que deje de distinguir lo onírico de lo real. De nuestro encuentro quedará grabado algo en particular, exactamente todo, estar a su lado es como estar perdido en un mar infinito de deseo, placer y querer, es perderse a propósito entre el mas puro sentimiento libidinal, perder la calma y solo querer ser ese momento y nada más, cierro mis ojos y viene a mi ese instante, esas horas y al entender que es tan especial, niego que lo encontré. Estar perdido y no saber cuando hacer una mudanza, perderme en mis silencios y solo pensar en ella, como las palabras de Plutarco, “estar con ella, hablar con ella es algo irresistible”, no escribimos historias sino vidas, no la de ella sino la mía en su presencia, entre los debates internos de mi cabeza estaba si escribirle algo personal en primera persona donde reflejara mis sentires aquel sueño que jamás olvidare, o hacerlo en segunda persona, finalmente los resultados verían reflejado este texto en tercera persona, es de ella de quien estoy hablando, escribiendo estas líneas de lo que fue y quiero que vuelva a ser, perderme siempre entre sus días y libertad, hoy no está, que más da? Siento aproximarme a aquello que me llena, me reconforta, como aquel día que le dije que una bebida espirituosa es buena para el alma y sonrió y recordó esas palabras y sentí un leve alivio en mi ser, del viaje libidinal que ocurrió entre sus deseos y los míos, y se hizo arte y como he pensado siempre, todo arte es un poema, entonces comprendo que fui un poema entre sus brazos, y ella para mí siempre será poema luz, estrellita divina, es quedarse suspendido a merced de esos instantes a su lado, y siento que ese lugar donde ella esta, es tan libre que lo reconozco, alguna vez lo desee, la miraba años atrás tan distante que caminar a su lado será un acontecimiento muy poco común., demasiado importante, es jueves y quiero que este día y este sueño me lleve de vuelta y entonces  volver a tomar ese lugar donde volví a amplificar mis gemidos en sus brazos, anatómicamente demostrado el viaje libidinal.
Recordé a Libido y su canción En esta habitación, la escuchaba cuando entraba en mi adolescencia, no se si fue en MTV o en Mucha Música cuando miraba a Ramona Marino presentando bandas latinoamericanas de Rock, un día se cruzo en una tarde de tedio aquella palabra y su canción, libido entonces seria deseo sexual, según Freud la transformación energética de los impulsos, en mi psiquis entonces estaba toda mi energía concentrada hacia un fin que quería descargarlo conseguir ese fin es volver a ser, es ser erógeno, es ser sensible a ella. Recuerdo que me adentraba en aquellas teorías que pueden representar los deseos más puros y excitantes, una palabra que connota demasiado, es ser en la otra persona, Jung y sus principios libidinales que aprendí en alguna clase de relajación perdida en mi paso por Popayán, los principios de los opuestos, te conectas con quién eres opuesto, pero igualmente esta el principio de equivalencia y el principio de entropía, algo muy loco, es ser lo contrario pero es ser lo equivalente y es ser igual en la diferencia, encontrar el libido es estar arriba, abajo, norte, sur, centro es ser en sus brazos, tocar su cabello sentir su sudor, rozar sus pies, mirarla a los ojos y disfrutar ver levantar sus hermosas cejas dos veces que buscan algo que me hace entrar en ella, es oírle en el silencio sus latidos es pulular en su cuerpo, es querer y morir en ese momento. Quedara la fortaleza de su cuerpo, de su ser, de su implacable corazón que por momentos quizá se abre, no lo sé, releí La ciudad de los umbrales de Mario Mendoza y la encontré, “abril 17: Detesto el amor. No soporto los afectos que son debilidad y que colocan al que los padece en el papel de victima y atormentado. Prefiero el papel contrario: el de victimario. El que no ama es más fuerte, está mejor preparado para vivir. El resto es pura retórica.” La veo, recuerdo sus palabras el amor parece que dejo de existir para mi… y la vuelvo a encontrar, “es una relación amoroso, sexual, como si uno no acabara nunca de acostarse con ella, como si ella encarnara una amante de la que es imposible desprenderse.” Big in Japan de Alphaville, es divina obscenidad, es acabar de morir en sus brazos esta noche (I Just Died in your arms tonigth – Cutting Crew) como símil de terminar siempre en ti. Es Amor amarillo aquella canción de Cerati, eres suspiro y susurro, es tranquilidad.
Consumación. -Ahora nostalgia es una palabra diferente y en la diferencia reside su nueva fortaleza, siento nostalgia de que este lejos, pero porque sé que va a estar cerca, la nostalgia entonces es querer algo, a alguien y recordarlo con felicidad mas ya no con tristeza, es instantes y eternidades, ya no es pasado, ni presente, ni futuro, nostalgia se ha reescrito en el diccionario de mi vida, le escribo con nostalgia esa nostalgia que anhela verla, tocarle, sentirle, besarla y saber que está lejos pero no tanto y está feliz, eres libertad, eres día y noche, eres fuego y frio eres todo universo y constelación-.
Así que voy a escribirte el mas bello y corto cuento:

Tu.
Cada vez que rio o si alguna vez lloro estarás
Tu.
Por si alguna vez olvidas, recuerda que el olvido es un lugar en el que no estarás
Tu.
Cada vez que abra una página estarás ahí, tan sutil o fuerte porque eres
Tu.
Siempre tu.
Mauricio Pantoja.
A ti K. En mis frías noches en las que estuviste en mis insomnios.



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